Crítica de MaXXXine

X y Pearl destacaron por cómo jugaban con las convenciones del género de terror. X era un claro homenaje a los slashers de los 70, con una atmósfera cargada de tensión que recordaba a clásicos como La matanza de Texas. Por otro lado, Pearl nos ofreció un viaje al interior de una mente desquiciada por conseguir triunfar, algo así como si Alfred Hitchcock hubiera dirigido una película biográfica sobre el Joker. La tensión era palpable, y el terror se sentía real.

Pero en MaXXXine, ese mismo suspense se evapora.  Los personajes secundarios, que en X y Pearl estaban tan bien delineados, aquí parecen simples adornos de la época interpretados por atores con renombre como Giancarlo Expósito. La historia se ve un poco forzada, las muertes poco interesantes y excepto una, carentes de suspense, todo brilla mucho menos y el ambiente oscuro desaparece por completo, volvemos a una época que ya conocemos de sobra y que otros directores se han encargado de mostrarnos mil veces de forma más interesante.

A pesar de esto, Mia Goth sigue siendo lo mejor de la película. Su interpretación de Maxine, aunque menos compleja que en Pearl, sigue siendo uno de los puntos altos de la película. Pero mientras disfrutaba de su actuación, no paraba de pensar en, ¿Será esto un escaparate para que Ti West nos demuestre que Mia Goth está preparada para ser una de las grandes actrices de la actualidad?. La película gira en torno a que la actriz se luzca y nos muestre todas sus facetas, que junto con X y Pearl no son pocas.