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Crítica de Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez

Duración

9 Episodios

Calificación

5,5/10

Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez ¿merece la pena?

Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez es la segunda parte de la compilación criminal de Ryan Murphy (creador de American Horror Story), que tras la aclamada Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer; nos lanza contra otro caso real que sacudió los medios estadounidenses. ¿Esta continuación antológica cumple con las expectativas de su predecesora? ¿Merece la pena? Nuestra respuesta es clara

Una historia basada en hechos reales

Si has visto los trailers o alguna promo, no es spoiler el hecho criminal sobre el que se basa el caso real. Verano de 1989 en Beverly Hills (California), dos jóvenes hermanos de familia rica acaban con la vida de sus progenitores. Tras intentar despistar a las autoridades, son detenidos por los investigadores y durante su proceso judicial, confiesan que el móvil del crimen es que eran abusados física y sexualmente por sus padres; lo que desatará una ola de polémica sobre ellos.

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¿Quién es el monstruo aquí?

Las comparaciones son odiosas y cada caso criminal es diferente; la historia del asesino en serie Jeffrey Dahmer tiene muchos matices que para nada tiene que ver con la historia de los dos hermanos protagonistas de esta serie. En la «temporada» anterior vimos una crítica al sistema social y policial de EEUU en los años 80 y 90, donde un monstruo desatado pudo hacer lo que quiso debido a una impasividad por parte de la policía en un entorno en el que vivían personas afroamericanas y las víctimas eran homosexuales jóvenes. El punto diferenciador en esta temporada es la perspectiva; una vez detenido, Dahmer confesó absolutamente todo, proporcionando información que ayudaría a esclarecer todos sus crímenes. Con Lyle y Erik Menéndez la perspectiva cambia totalmente, todo el caso se centrará en la raíz del crimen, en el porqué lo hicieron, siendo dos jóvenes ricos dentro de familia predilecta.

El principal punto de esta serie es retratar varios puntos de vista del mismo caso pero desde diferentes perspectivas. Los hermanos Menéndez basaron una narrativa criminal en la cual pasaron de ser asesinos parricidas a víctimas de sus progenitores. Complicado punto de vista, teniendo a los padres muertos, siendo acusados de abusadores de sus hijos a posteriori y con un nivel de pruebas escaso.

Los auténticos hermanos Menéndez se han pronunciado en contra de la serie, así como gran parte de la audiencia en redes sociales. La verdad de los hechos es y será desconocida porque se ha quedado solo con la versión de los verdugos y de la fiscalía, pero aquí no estamos para analizar el caso real, sino la serie en cuestión. 

Que se sirva la polémica

El equipo de Murphy ha querido ir más allá del caso, del juicio y ha centrado la narrativa de la serie en contar todos los puntos de vistas que se trataron durante la aparición y desarrollo del crimen; han querido recoger y plasmar los testimonios de los hermanos, familiares, abogados y periodistas. Aquí es donde la trama patina.

Entre las diferencias de opiniones, se han retratado tanto a los padres como a los hijos desde diferentes prismas, aunque nos da la sensación de que el espectador no termina de quedarse con una visión clara, todo se diluye entre una estructura caótica y polarizada. El retrato del caso hace que veamos tanto a los asesinos como víctimas de manera que no resulta creíble y difícil de empatizar. Sobran recreaciones del asesinato, sobran bromas, sobra metraje sensacionalista y sobran opiniones. ¿Por qué decimos esto? Durante casi 10 horas, nos sumergimos en una historia muy interesante pero que termina hastiando a cualquiera, la búsqueda de opiniones sobre el móvil de los hermanos nos lleva hasta tratar la sexualidad de los mismos, un punto que en Jeffrey Dahmer era muy necesario para comprender la historia, pero aquí solo aporta relleno innecesario al no ser vinculante con la trama y al mismo tiempo ser una mera habladuría irrelevante.

Una historia que se queda sin fuelle y una producción algo desubicada

Monstruos peca al igual que su predecesora en establecer una estructura caótica en cuanto a su línea temporal, que se organiza en diferentes capítulos de larga duración. A diferencia de Dahmer, que presentaba varias víctimas y personas involucradas durante 10 episodios que sí daba sentido al puzle psicológico de un “rara avis” dentro de la criminalística estadounidense y universal. Mientras que en la producción de los hermanos Menéndez tenemos a muchos personajes durante 9 episodios que realmente terminan siendo tediosos (sí, hablamos de los secundarios como el personaje del periodista Dominick Dunne o la abogada Leslie Abramson).

Lo bueno que destacamos son las actuaciones, que están muy bien logradas, qué menos esperar de un reparto de altura, aunque el guion no se sostenga; las recreaciones de la época se sienten muy vivas y el plano secuencia que ocurre en todo el episodio 5 tiene su mérito técnico

Creemos que esta temporada habría encajado mejor dentro de la otra antología del propio Murphy: American Crime Story. La misma que tuvo excelentes temporadas tratando crímenes polémicos en un entorno similar: un crimen polémico a nivel mediático en un clima de opulencia y alto estatus, donde la crítica a un sistema fallido esclarece el beneficio que ostentan unos pocos y donde las aspiraciones de grandeza, la pasión y la ambición se funden con el propio crimen. Todo lo contrario al análisis psicológico y el respeto a las víctimas que se vivió en La historia de Jeffrey Dahmer, donde había un caso real; ahora tenemos una dirección centrada en el mero sensacionalismo y la búsqueda del Emmy.

 

Si te ha gustado, puede interesarte

Si te interesa y esta es tu primera aproximación a este estilo de series, debes ver las recomendaciones que te hemos hecho anteriormente: 

Monstruo: La historia Jeffrey Dahmer (Netflix), relata el caso de uno de los asesinos en serie más peculiares de las últimas décadas.

American Crime Story (Disney+), antología criminal de tres temporadas donde se relatan tres casos polémicos que sacudieron los medios estadounidenses: el juicio de O.J. Simpson, el asesinato de Gianni Versace y el escándalo sexual de Bill Clinton con Mónica Lewinsky.

Mindhunter (Netflix), serie basada en hechos reales sobre cómo se establecieron las pautas dentro del FBI, para establecer un perfil que ayudase a detectar y atrapar asesinos en serie.

El Caso Asunta (Netflix), miniserie española que narra los hechos reales de cómo fue la desaparición y asesinato de Asunta Basterra, dejando a sus padres como únicos sospechosos.